La organización sin ánimo de lucro Project Drawdown fue fundada en 2014 con el objetivo de evitar que los gases efecto invernadero de la atmósfera dejen de aumentar y comiencen a disminuir de forma constante.
En el año 2017, tras la publicación del bestseller del New York Times Drawdown, la organización se ha convertido en un referente en cuanto a información y conocimiento sobre soluciones climáticas.
El informe Drawdown se refiere al libro "Drawdown: The Most Comprehensive Plan Ever Proposed to Reverse Global Warming" (en español: "Drawdown: El plan más completo jamás propuesto para revertir el calentamiento global"). Publicado en 2017, fue editado por Paul Hawken, un ambientalista y emprendedor social. El informe presenta una exhaustiva investigación sobre soluciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y abordar el cambio climático.
El término "drawdown" se refiere al punto en el tiempo en el que las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera comienzan a disminuir, en lugar de aumentar. El libro identifica y clasifica 100 soluciones viables y existentes que, si se implementan de manera efectiva, podrían contribuir significativamente a la reducción de emisiones y llevar al mundo hacia el drawdown.
Estas soluciones van desde cambios en la producción de energía y la eficiencia energética hasta la gestión sostenible de la tierra y la promoción de prácticas agrícolas más sostenibles. "Drawdown" destaca la importancia de abordar el cambio climático a través de una combinación de innovación tecnológica, políticas efectivas y cambios en el comportamiento humano. El informe ha sido elogiado por su enfoque positivo y su capacidad para inspirar la acción al presentar soluciones tangibles y factibles para abordar uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo.
El informe Drawdown incluye 100 estrategias diferentes que rompen con la tendencia de buscar una fórmula mágica, una gran solución, que de repente haga desaparecer el problema, en este caso, que consiga estabilizar las emisiones.
Para que la gente pase del vehículo de cuatro ruedas al de dos lo principal que hay que hacer es crear una infraestructura para bicicletas. «Constrúyelo y vendrán». Si los ciudadanos ven los carriles bici como seguros empezarán a plantearse utilizarlos.
En primer lugar, el uso de la bicicleta tendría un gran impacto en la salud y el bienestar de los ciudadanos.
Además, beneficiará a la comunidad y contribuirá a reducir las emisiones de carbón necesarias para 2050.
El problema de la movilidad es una realidad y hay que tratar de resolverlo.
Las carreteras son transitadas por vehículos con la mayoría de las plazas vacías. Y no hay que olvidarse de que un coche solo se utiliza el 4 por ciento del tiempo. El 96 por ciento restante, no se usa.
Además, se debe tender a ciudades que sean paisajes peatonales en vez de paisajes de carreteras. Volver a expandir las aceras, las zonas verdes y las áreas de cafés.
Una de las opciones que se propone en el informe para lograrlo es mediante los vehículos autónomos que sean eléctricos o que se puedan cargar con energía renovable, como la eólica.
Complementaría a esta medida, el carpooling permitiría que el número de los vehículos en carretera disminuyan y se aumente la ocupación de los que circulen.
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